La disputa por el reconocimiento internacional del pisco entra en una nueva fase con la reciente postulación de Chile ante la Unesco, mientras que Perú reafirma su exclusividad sobre la denominación de origen y refuerza las medidas para proteger la tradición de su destilado.
Chile busca reconocimiento patrimonial para su pisco
La Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales de Chile anunció que el pisco chileno fue incluido en la lista tentativa nacional de la Unesco, primer paso en el proceso para ser considerado Patrimonio de la Humanidad. Según las normativas del organismo internacional, esta inscripción es una etapa preliminar dentro de un proceso que puede extenderse por varios años. Se estima que el análisis final sobre la candidatura chilena se llevará a cabo en 2027.
Autoridades chilenas y productores destacan la importancia de esta medida para fortalecer el sector vitivinícola. En un acto oficial en la localidad de Vicuña, representantes gubernamentales detallaron que ahora deberán presentar un expediente técnico con información cultural, histórica y productiva sobre el pisco chileno, el cual será evaluado por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), entidad asesora de la Unesco.
Perú reafirma la exclusividad de su denominación de origen
En respuesta, el Ministerio de Cultura del Perú (Mincul) reiteró que la denominación de origen del pisco es exclusivamente peruana y que su reconocimiento ha sido respaldado por acuerdos internacionales y normativas locales. La entidad recordó que el pisco peruano es un aguardiente obtenido de la destilación de mostos frescos de uvas pisqueras y que su producción está limitada a las regiones de Lima, Ica, Arequipa, Moquegua y Tacna.
Como parte de sus acciones para preservar esta tradición, el Mincul declaró recientemente como Patrimonio Cultural de la Nación los conocimientos y técnicas asociados a la producción del pisco, resaltando su transmisión generacional y su arraigo en la identidad cultural del país. Además, Perú cuenta con respaldo documental que sitúa la producción de pisco en su territorio desde el siglo XVI, con registros históricos que mencionan su comercialización y destilación en la región de Ica.
Denominación de origen: impacto y relevancia
La denominación de origen es un distintivo que vincula un producto con una región específica, destacando sus características únicas derivadas de factores geográficos y humanos. En el caso del pisco, este reconocimiento es clave tanto para su protección legal como para su posicionamiento en mercados internacionales.
Según organismos como Indecopi y la Unesco, una denominación de origen favorece la preservación de saberes tradicionales, impulsa la economía local y fortalece la identidad de los productores. Asimismo, evita el uso indebido del nombre por parte de terceros, asegurando que solo los productores autorizados puedan comercializarlo bajo esa denominación.
Un debate con impacto internacional
La postulación de Chile ante la Unesco y la reafirmación de Perú sobre su denominación de origen reflejan la continuidad de una controversia que va más allá de lo comercial. Ambos países defienden su derecho sobre la bebida en foros internacionales, basándose en argumentos históricos, productivos y culturales.
Mientras Chile avanza en su solicitud para obtener un reconocimiento patrimonial, Perú refuerza sus estrategias para proteger la exclusividad del nombre y la tradición que lo respalda. En este contexto, la decisión final de la Unesco será clave para definir el impacto de este proceso en la industria vitivinícola y en el posicionamiento del pisco en el escenario global.
