Estados Unidos aplicará un arancel del 50% a las importaciones de acero y aluminio provenientes de México y Canadá, informó un funcionario de la Casa Blanca. La medida combina un nuevo impuesto del 25% con otro gravamen del mismo porcentaje que entrará en vigor el 4 de marzo, afectando a dos de los principales socios comerciales del país.
MÉXICO Y CANADÁ, LOS MÁS AFECTADOS
A diferencia de otros países que solo enfrentarán un 25% de aranceles, México y Canadá serán los más perjudicados por esta política proteccionista. Según el Instituto Americano del Hierro y el Acero, Canadá es el mayor exportador de acero a EEUU, mientras que en aluminio aporta casi dos tercios del suministro estadounidense.
El gobierno de Trump argumenta que la medida busca revitalizar la industria manufacturera nacional, debilitada por la competencia de materiales más baratos importados. No obstante, sectores como la automotriz y la construcción podrían ver un aumento en sus costos, ya que muchos de sus insumos cruzan varias veces la frontera antes de la fabricación final.
ARANCELES COMO ESTRATEGIA DE PRESIÓN
El presidente Trump ha utilizado los aranceles como una herramienta de negociación para obtener concesiones en comercio, migración y seguridad. En su mandato ya ha impuesto sanciones similares contra China y ha amenazado con nuevas tarifas para equiparar los gravámenes que otros países aplican a los productos estadounidenses.
El anuncio ha generado incertidumbre en los mercados y tensión entre los socios del T-MEC. Mientras el gobierno de EEUU defiende la decisión como un impulso para la industria local, analistas advierten que podría traer represalias comerciales y afectar el precio de bienes esenciales.
