Rusia ha presentado los restos de un mamut hembra de 50 000 años encontrado este verano en el norte de Yakutia, un territorio aislado y escasamente poblado del Ártico ruso. Apodado “Iana”, por el río cercano a su lugar de hallazgo, este espécimen destaca por su estado casi perfecto de conservación, sorprendiendo a la comunidad científica.
HALLAZGO EXCEPCIONAL EN EL PERMAFROST
El cadáver de Iana, presentado en la Universidad Federal del Noroeste de Yakutsk, no muestra daños visibles ni pérdida de extremidades o tejidos clave, como la cabeza, el tronco y las orejas. “La conservación excepcional de este mamut nos ha sorprendido a todos”, declaró Anatoli Nikolaïev, rector de la universidad. El espécimen pesa 180 kilos, mide 120 centímetros de alto y menos de dos metros de largo, siendo posiblemente el mamut mejor conservado hasta la fecha.
El permafrost de Yakutia, que funciona como un enorme congelador natural, ha permitido preservar este y otros restos de animales prehistóricos, como caballos, bisontes e incluso momias de pequeños carnívoros. Este descubrimiento podría arrojar luz sobre la vida y las adaptaciones de los mamuts en su hábitat hace miles de años.
UN TESORO PARA LA CIENCIA Y NUEVAS INVESTIGACIONES
Iana no solo es un hallazgo sorprendente por su estado, sino también por la posibilidad de responder preguntas sobre la ontogenia de los mamuts, sus características adaptativas y las condiciones paleoecológicas de su época. La universidad confirmó que se realizarán estudios para determinar la edad exacta del ejemplar, que se estima en "un año o un poco más".
Antes de este descubrimiento, solo se habían hallado seis esqueletos completos de mamuts en el mundo, cinco de ellos en Rusia y uno en Canadá. La estación de investigación de Batagaika, en Yakutia, ha sido el epicentro de otros hallazgos notables, consolidando a la región como un lugar clave para el estudio de la megafauna prehistórica.