En Helmand, Afganistán, los medios de comunicación ya no pueden mostrar imágenes de seres vivos, tras la decisión anunciada por el Ministerio de Información el pasado jueves. Esta medida, que forma parte de las estrictas leyes impuestas por el régimen talibán, busca garantizar el cumplimiento de la ley islámica en su interpretación más conservadora. La censura afecta tanto a las imágenes de humanos como de animales, y marca una nueva fase de control sobre los contenidos audiovisuales.
LA LEY TALIBANA Y EL CONTROL MEDIÁTICO
En el artículo 17, el Ministerio de Vicio y Virtud talibán prohíbe la publicación de imágenes de seres vivos en los medios de comunicación. Esta normativa, que entró en vigor en agosto, ha comenzado a implementarse en provincias como Helmand, Takhar, Maidan Wardak y Kandahar. Según las autoridades, la difusión de grabaciones y fotografías debe cesar de inmediato. A pesar de la severidad de esta ley, no se han dado detalles sobre cómo será aplicada ni si existen excepciones.
CENSURAS Y RESTRICCIONES EN AUMENTO
Esta prohibición es solo una de las muchas restricciones que el régimen talibán ha implementado desde que retomaron el poder en 2021. Además de limitar las imágenes en los medios, el Ministerio de Información ha prohibido más de 400 libros que, según afirman, contradicen los valores islámicos y afganos. Estos textos han sido retirados de circulación y reemplazados por literatura religiosa, como el Corán. Esta política forma parte de un esfuerzo mayor por controlar todos los aspectos de la vida cultural y mediática en Afganistán.
Desde su regreso al poder, los talibanes han intensificado la censura y las restricciones, afectando especialmente a las mujeres, a quienes se les ha restringido el acceso al trabajo y la educación, volviendo a prácticas de la década de 1990, cuando el régimen impuso reglas extremadamente rígidas. La prohibición de imágenes en los medios es una señal más del endurecimiento de la represión talibana.