El debate entre Kamala Harris y Donald Trump estuvo lleno de tensos intercambios y declaraciones polémicas. Una de las más impactantes fue la afirmación del expresidente sobre los inmigrantes en Springfield, Ohio, a quienes acusó de comerse a las mascotas de los residentes. La sorprendente acusación se basó en rumores propagados por sectores de la derecha, pero fue desmentida en vivo por el moderador del debate.
TRUMP LANZA ACUSACIONES SIN PRUEBAS
En un momento inesperado del debate, Trump afirmó que inmigrantes en Springfield se estaban comiendo a los perros y gatos de los residentes. “Se están comiendo a las mascotas de la gente que vive allí. Y esto es lo que está pasando en nuestro país, y es una vergüenza”, expresó el candidato republicano, provocando la incredulidad de su oponente y del público.
El moderador David Muir intervino rápidamente, citando al administrador de Springfield, quien aseguró que no hay informes creíbles sobre estas acusaciones. La refutación dejó a Trump en una posición comprometida, pero el expresidente no se retractó, redoblando sus críticas hacia Harris y la gestión demócrata.
MEMES Y DESINFORMACIÓN
Previo al debate, Trump y su equipo compartieron memes de gatos y promovieron falsos rumores sobre inmigrantes haitianos en Ohio que supuestamente mataban mascotas para su consumo. Estas imágenes, generadas por Inteligencia Artificial, mostraban al expresidente posando con gatos y a un felino portando un arma, en un intento de amplificar la narrativa que promovían.
El origen de estos rumores se rastreó hasta un grupo de Facebook local en Ohio, donde se difundieron historias sin pruebas sobre inmigrantes haitianos y mascotas desaparecidas. Incluso su compañero de fórmula, J.D. Vance, admitió que los rumores podrían ser falsos, pero defendió la estrategia de seguir con los memes de gatos, alimentando la controversia sin presentar evidencia concreta.