En Auckland, Nueva Zelanda, una mujer fue condenada a dos meses de prisión tras ser acusada por las autoridades de no proporcionar los cuidados necesarios a su perrito.
El can, bautizado como Nuggi, padecía de una obesidad severa que sentenció su muerte. De acuerdo a la Sociedad para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (SPCA), el perrito llegó a pesar 54,4 kg y era incapaz de moverse.
Su condición física era tan grave que los veterinarios no podían escuchar los latidos del corazón del can por su gruesa capa de grasa, a través de un estetoscopio.
El perrito fue traslado a un centro veterinario, donde perdió casi un 16,5% de su peso en dos meses; no obstante, SPCA informó en un comunicado que la mascota falleció repentinamente por una masa rota en su hígado.
“Una necropsia reveló que tenía otras complicaciones de salud, incluidas una enfermedad hepática y la enfermedad de Cushing”, se lee en el comunicado del centro SPCA.
RESCATE Y CONDENA
Durante un operativo policial, Nuggi fue rescatado al igual que otros canes del inmueble de la acusada.
“Nuggi estaba siendo sobrealimentado y, en lugar de buscar ayuda o corregir el comportamiento, su dueño continuó dándole alimento hasta que apenas pudo caminar”, dijo el director ejecutivo de la SPCA, Todd Westwood, a Newsweek.
Finalmente, la dueña se declaró culpable ante el Tribunal de Distrito de Manukau de no cumplir con las necesidades físicas, de salud y de comportamiento de su mascota, y se le impuso pagar una multa de 1.222 dólares neozelandeses (720 dólares estadounidenses). Además, se le inhabilitó tener perros durante 12 meses y su encarcelamiento por dos meses.
(Con información de Infobae)