Un día que no olvidarán. Una historia de celebración y sorpresa se desarrolló en el Parque Estatal Crater of Diamonds en Arkansas el pasado primero de septiembre, cuando una niña celebraba su séptimo cumpleaños.
Accidentalmente, la pequeña hizo un hallazgo extraordinario cuando, cansada, se sentó para descansar y vio un destello en el terreno. Al inspeccionarlo, descubrió que se trataba de un diamante de 2.95 kilates, una de las piedras preciosas más codiciadas.
El Parque Estatal Crater of Diamonds, situado en Murfreesboro, Arkansas, es el único parque en el mundo que permite a sus visitantes buscar gemas y conservar cualquier tesoro que puedan encontrar. La niña, llamada Aspen, decidió llamar a su precioso hallazgo "Aspen Diamond".
UNO EN UN MILLÓN
Este hallazgo fue calificado como "excepcionalmente raro" por Aaron Palke, investigador científico del prestigioso Instituto Gemológico de América. Según Palke, aunque hay registros de hallazgos de diamantes en el parque, la mayoría de los diamantes descubiertos son bastante pequeños, normalmente entre 0,05 y 0,20 quilates.
Dijo: "Es raro encontrar un diamante como este en Arkansas". Un quilate equivale aproximadamente a 0,20 gramos. Según registros del parque, desde que John Huddleston, un granjero que era el propietario original de la tierra mucho antes de que se convirtiera en Parque Estatal de Arkansas en 1972, descubrió los primeros diamantes en 1906, se han desenterrado más de 75.000 diamantes en el Cráter de Diamantes.Sin embargo, el diamante de Aspen parece ser excepcional.
Además de ser un hallazgo sorprendente, el "Aspen Diamond" parece estar casi en perfectas condiciones. Waymon Cox, asistente del parque, describió el diamante en un informe para The New York Post diciendo: "El diamante de Aspen tiene un hermoso color dorado marrón y un brillante resplandor.
Es un cristal completo, sin facetas rotas y con una pequeña hendidura en un lado, una señal de su formación natural". El valor del diamante encontrado no ha sido divulgado. Sin embargo, Palke señaló que los diamantes de este parque no se valoran de la misma manera que los demás.
Son considerados objetos de colección debido a su rareza. El diamante más grande jamás desenterrado en el parque pesó 40,23 quilates y fue apodado "Tío Sam". Fue descubierto durante una excavación minera en 1924.
