De acuerdo al Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés), el gobierno ruso organizó el ataque con drones al Kremlin el pasado martes y acusó a Ucrania para intentar llevar la guerra a la audiencia nacional rusa y establecer condiciones para una movilización social más amplia.
Los analistas no partidistas con sede en Washington llegaron a esa conclusión tras analizar las circunstancias en las que se produjo el incidente. Según los estudios, las autoridades rusas aumentaron sus defensas aéreas, incluso en Moscú, por lo que consideran que es extremadamente improbable que dos drones hayan atravesado “múltiples capas de defensa aérea” y explotaran o fueran derribados justo sobre el Kremlin.
Los expertos indicaron que desde enero de 2023 las autoridades rusas han colocado sistemas de defensa de misiles Pantsir tierra-aire cerca a la capital, por lo que el ISW considera que, si este ataque no habría sido detectado por los activos de defensa aérea hasta alcanzar un objetivo tan importante, sería “una gran vergüenza para Rusia”.
ESCALADA DE VIOLENCIA
Luego del supuesto ataque ucraniano contra el Kremlin, blogueros nacionalistas rusos aprovecharon para pedir una escalada rusa en la guerra, pese a que Moscú carece de la capacidad militar para hacerlo. Para el ISW, Rusia pudo estar planeando otras operaciones de “bandera falsa” y aumentar la desinformación antes de una contraofensiva ucraniana para aumentar el apoyo interno a la guerra.
RESPUESTA DE UCRANIA
El presidente Volodimir Zelensky negó que sus fuerzas de seguridad hayan perpetrado el ataque. “Nosotros no atacamos a Putin ni a Moscú, solo luchamos en nuestro territorio, defendemos nuestros pueblos y ciudades”, aclaró el presidente ucraniano en una rueda de prensa.
Añadió que no han atacado a Putin y que eso lo dejarán para un tribunal. Asimismo, señaló que su país no tiene armas suficientes para atacar a Moscú e intentar asesinar al mandatario ruso en su lugar de trabajo.
Con información de Infobae