En el Reino Unido, el gran nivel de vacunación y las bajas en las cifras en la propagación de la variante Ómicron han llevado a que las autoridades consideren abandonar las restricciones más comunes y esenciales sobre el SARS CoV-2 como lo ha sido hasta ahora el aislamiento de la persona que contrae la enfermedad.
Ante esta nueva posibilidad, el Gobierno británico comunicó que, a partir de la próxima semana, vencerá la obligación legal de confinar a los contagiados en Inglaterra y esto será reemplazado por medidas de asesoramiento medico para vencer a la enfermedad.
Esta medida se realizará como parte del plan del Gobierno británico para aprender a vivir con el coronavirus, el cual incluye la reducción de exámenes de diagnóstico.
De igual forma la nueva medida prevé vacunas y tratamientos para mantener el virus controlado, mientras las autoridades advirtieron que “los sistemas de vigilancia y las medidas de contingencia se mantendrán” de ser necesario.
Cabe indicar que la noticia no ha sido bien recibida por un sector ya que los analistas sanitarios critican la medida y el Partido Laborista lo acusó de “declarar la victoria antes de que termine la guerra”.