En un intento de frenar la quinta de contagio por COVID-19, el gobierno de Francia ordenará a las empresas que impongan tres días de teletrabajo siempre que sea posible, dijo el lunes el primer ministro Jean Castex.
Esta medida regirá durante tres semanas y es una de las varias anunciadas, tras que el presidente Emmanuel Macron celebrará una reunión de crisis respecto a la nueva variante ómicron, la cual está amenazando con saturar los hospitales del país de nuevo.
Dicha reunión se suscitó, después que Francia reportará el pasado sábado más de 100 000 casos diarios. Esta cifra es un récord, desde el comienzo de la pandemia hace dos años. Además, muchos expertos advirtieron que este número aumentaría rápidamente en las próximas semanas, debido a la nueva variante de COVID-19.
Asimismo, el primer ministro francés expresó que el pasaporte sanitario, permite acceder a restaurantes cines y otros lugares, estando disponible solamente para las personas totalmente vacunadas, mientras que, para los no vacunados, una prueba negativa de COVID-19 negativa reciente, ya no será válida.
LIMITAN EL AFORO
No obstante, Castex mencionó que estará prohibido estar de pie en los cafés y bares, pues solo se permitirá sentarse en una mesa. Esta medida también regirá durante tres semanas. Cabe mencionar que, para la Nochevieja (Año Nuevo) no se impondrá un toque de queda, como habían sugerido varios medios franceses.
Los límites de capacidad para conciertos, juegos deportivos y otros eventos también se volverán a aplicar, para un máximo de 2.000 personas en interiores y 5.000 personas en exteriores.
El Primer Ministro reiteró su llamado a que los ciudadanos se vacunen y elogió la tasa de vacunación del 78% de la población, que según el gobierno representa el 90% de la población elegible (actualmente todos mayores de 5 años).
