Autoridades reguladoras de Estados Unidos ordenaron la paralización de la producción de la vacuna de Johnson & Johnson contra la COVID-19 en una fábrica. Previo a ello aquí se habrían dañado 15 millones de dosis del medicamento.
Según declaró la farmacéutica a AFP, a fines de marzo había identificado un lote de dosis en una planta en Baltimore administrada por Emergent BioSolutions "que no cumplía con los estándares de calidad", aunque no confirmó la cifra.
Según The New York Times, se trataría de 15 millones de dosis. En un documento, Emergent BioSolutions señaló que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) había solicitado el 16 de abril detener la producción mientras se inspeccionaba.
Johnson & Johnson había dicho en marzo que estaba enviando más expertos al lugar para supervisar la producción de la vacuna contra la COVID-19, y que esperaba producir 24 millones de dosis adicionales en abril.
La pausa en la producción es el último obstáculo que enfrenta esa vacuna en Estados Unidos, luego de que se suspendiera temporalmente su uso por el hallazgo de trombosis en seis mujeres, una de las cuales falleció, a dos semanas de su inoculación.