"Díganle a mis hijos que los amo", fueron las últimas palabras de la brasileña Simone Barreto Silva de 44 años, que falleció el último jueves en ataque terrorista en la iglesia de Niza por un tunecino que hacía un mes había llegado al país.
Simone, la madre de tres hijos y nacida en Salvador de Bahia, Brasil, fue una de las tres víctimas mortales del extremista Brahim Aoussaoui que el miércoles arremetió contra fieles que rezaban en la basílica de Notre-Dame en la ciudad francesa de Niza, al sur oeste de Francia.
Fuentes policiales indicaron que la víctima quedó gravemente herida en el atentado, pero logró huir a un restaurante vecino, según AFP.
“Cruzo la calle, cubierta de sangre (...). Aún hablaba, decía que había alguien dentro (de la iglesia)”, contó a la radio France Info, Brahim Jelloule, dueño del establecimiento.
Además, indicó que Simone murió una hora y media después de ser herida. "Díganle a mis hijos que los amo", logró decir antes de fallecer, según testimonios difundidos por la cadena BFMTV.
DOLOR EN BRASIL
El Gobierno brasileño confirmó este jueves que una de las tres víctima del ataque era brasileña y manifestó que "repudia y condena vehementemente el atroz atentado".
En una nota difundida por la Cancillería, el Gobierno confirmó "con gran pesar que una de las víctimas fatales era una brasileña de 44 años, madre de tres hijos, residente en Francia".
Asimismo, Bolsonaro agrego que, "en nombre de toda la nación brasileña, presenta sus profundas condolencias a los familiares y amigos de la ciudadana asesinada en Niza, bien como a los de las demás víctimas y extiende su solidaridad al pueblo y Gobierno frances".