Esta mañana, en Chile se inició el referéndum para que los ciudadanos decidan si cambia o no su Constitución, heredada del régimen de Augusto Pinochet (1973-1990) y considerada por muchos como responsable de la desigualdad social en el país, y el órgano que debería redactar el nuevo texto.
“Apruebo” o “Rechazo” es la primera pregunta que deberán responder los más de 14,7 millones de electores convocados para la consulta. Dada la magnitud del debate público sobre el tema tras las violentas protestas del año pasado, se espera una masiva participación con medidas sanitarias.
Las mesas de votación permanecerán abiertas durante 12 horas, más de lo habitual, y con turnos vespertinos para mayores de 60 años, con el fin de aplicar las medidas contra el contagio de coronavirus y evitar aglomeraciones. El voto es voluntario en el país desde 2012.