En China, la prensa estatal informó que el país asiático afirmó que un avión espía estadounidense entró a una zona prohibida usada por militares chinos para realizar simulacros con fuego real, y consideró el acto como una provocación.
El vuelo de reconocimiento del avión U-2 sobre un área en el norte de China vulneró las reglas de seguridad vigentes entre ambas naciones, según indicó la agencia Xinhua, que cita al portavoz del ministro de Defensa, Wu Qian.
"La acción de Estados Unidos hubiera podido llevar a malentendidos e incluso a accidentes", señaló el informe, y acotó que "esa acción es una obvia provocación".
"China se opone firmemente a ese tipo de acciones de provocación". La molestia de China ocurre cuando las relaciones entre ambos países se han deteriorado a niveles históricos, con disputas en materia comercial, militar y política.