Al menos 160 mineros perdieron la vida luego de ser arrastrados por una avalancha de lodo cuando trabajaban extrayendo jade en una mina ubicada en el norte de Birmania, cerca de la frontera con China.
Autoridades locales denunciaron la precaria situación en la que trabajan los buscadores de jade en unos yacimientos que, entre otros grupos, son explotados por organizaciones guerrilleras, narcotraficantes y militares.
Personal de recate sólo han podido rescatar a los cuerpos que se encontraban flotando en el lago debido a las intensas lluvias que azotan la zona, es por eso que no se ha descartado que el número de víctimas mortales se incremente con el paso de las horas.
Se trata de una de las peores catástrofes de los últimos años. En abril del año pasado, al menos 54 personas murieron a causa de un deslizamiento de tierras en otra mina de Hpakant.