Las autoridades españolas intervinieron un local, en la ciudad de Cádiz, donde se realizaban ilegales peleas de gallos, en el operativo se detuvieron a unas 200 personas, entre hombres, mujeres y hasta menores de edad.
En el lugar, los agentes encontraron los cuerpos sin vida de cuatro gallos y otros ocho con graves heridas, presuntamente muertos o lesionados durante el evento, que se realizaba a puerta cerrada y con invitación personal.
Los organizadores de estas riñas clandestinas, que escaparon segundos después que llegó la policía, en las que se suelen apostar elevadas cantidades de dinero, podrían incurrir en un delito de maltrato animal.