El 25 de enero y tras no ejecutar la maniobra de recalibrado magnético, buena parte de los instrumentos y partes no esenciales de la sonda Voyager 2 se apagaron en seco. A más de 18 mil millones de kilómetros de la Tierra y una tecnología de los años 70. Ponerla en funcionamiento parecía más una sentencia de muerte para la sonda, pero los equipos de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, más conocida como NASA lograron “resucitarla”.
Las dos Voyager lanzadas hace siete décadas por NASA estaban programas con numerosas rutinas de protección contra fallos de funcionamiento. Tanto el apagón como la solución debían llegar de esas rutinas y desde el día 28 de enero los técnicos llevan apagando equipos para tratar de recuperar la sonda.
Para los ingenieros de la NASA su labor es analizar el estado de los instrumentos después del apagón y hasta el momento no parece haber problema y a la Voyager 2 continúa su viaje por el universo.