Esta mañana, incendios forestales fuera de control obligaron a cientos de pobladores del este de Australia a huir de sus hogares, mientras otras regiones del país se preparaban para una intensa ola de calor la semana próxima.
Los siniestros han comenzado hace unos días a raíz de la prolongada sequía en esta zona del país, y las condiciones climáticas creadas por el calentamiento global. Las temperaturas pasaron los 40º centígrados en ese sector.
Como nunca, la sequía ha afectado a la mayor parte del este de Australia. Unos dos millones de hectáreas -el tamaño de algunos países pequeños- han ardido, pese al esfuerzo de los bomberos y rescatistas.