Al menos 15 muertos dejó este sábado el derrumbe de una represa ilegal en el río Seiba, cerca de una mina de oro de la localidad Krasonyarsk, en Siberia.
El hundimiento del dique provocó la inundación de las instalaciones para los trabajadores en las que vivían las víctimas. 13 personas están desaparecidas.
Al parecer, la presa se construyó, hace varias décadas, sin respetar la normativa y no recibía mantenimiento, las autoridades afirman que no tenían conocimiento de la misma.
Un portavoz del Ministerio de Situaciones de Emergencia, con sede en Moscú, informó que 14 personas fueron hospitalizadas, tres de ellas se encuentran en estado grave.
El gobernador regional, Alexander Uss, declaró que unas 180 personas viven en el yacimiento minero ilegal, y que las labores de búsqueda y rescate son intensas.