Anocheció abruptamente a las tres de la tarde en Sao Paulo, la metrópoli brasileña, que quedó a oscuras por varias horas, está a más de 3.000 kilómetros de la Amazonia, pero igual sufrió los efectos de los incendios forestales.
El fuego, que se extendía desde hace días por las áreas selváticas y se propagaban por los Estados de Acre, Rondonia, Mato Grosso y Mato Grosso del Sur, y el mal tiempo alcanzaron la tarde de ayer la ciudad de Sao Paulo.
Inmensas áreas de la Amazonia y del Pantanal ardían en llamas y el fuerte humo, transportado por el viento en dirección al sureste, impregnó el aire de la ciudad. Brasil vive la mayor oleada de incendios de los últimos cinco años.
Las autoridades han registrado 71.497 focos entre el 1 de enero y este 18 de agosto. El número de fuegos ha aumentado un 82% con respecto al mismo período del año pasado, cuando se registraron 39.194.