En Ucrania, dos agentes policiales, identificados como Ivan Prikhodko y Volodymyr Petrovets, asesinaron a un niño de cinco años, mientras jugaban con sus pistolas reglamentarias.
Ante esta situación miles de ciudadanos salieron a las calles para protestar delante de la comisaría de policía de la ciudad, pidiendo que la muerte del pequeño Kyrylo no quede impune. Asimismo, han exigido la renuncia del ministro de Interior.
Las palabras de tristeza, desconsuelo e incerteza abundaban entre los presentes. ''No pueden salirse con la suya. Mañana otro se emborrachará y disparará'', aseguró una profesora que se encontraba en la protesta.
Por ahora, los agentes permanecen detenidos sin beneficio de fianza. El abogado defensor dice que una de las inconsistencias del caso es que hay dos señalados de homicidio pero solo una bala en el cuerpo del niño.