En el transcurso del año 2018, el Viejo Continente se ha visto inmersa en una ola migratoria proveniente de África y Medio Oriente que ha provocado tensión en la Unión Europea.
El número de indocumentados que llegaron a territorio europeo a través del mar Mediterráneo durante el año superó los 100 mil. Durante este riesgoso viaje, muchos no lograron su objetivo y perecieron en el camino al huir de la violencia y la pobreza en sus respectivos países. Una de las naciones que mayor cantidad de migrantes recibió fue España, casi 36 mil solo en el 2018.
Cabe mencionar que uno de los momentos más álgidos sucedió con la flota del Aquarius, tres barcos con 629 personas que fueron rescatadas del mar.
Primero desembarcaron en Valencia y para agosto se produjo un acuerdo entre las autoridades de Francia, Alemania, Portugal, Luxemburgo y España para ubicar a los indocumentados en sus respectivos territorios. A esta medida también se sumaron Malta e Italia, aunque en un principio se negaron.
Posteriormente se llevaría a cabo una reunión con 28 líderes europeos para tratar la crisis, crear centros para evaluar la situación de cada uno de los migrantes y reforzar los controles de seguridad, fueron algunos de los acuerdos.