Amal Hussain, la pequeña que se convirtió en símbolo de la hambruna en Yemen, murió tras una larga agonía debido al hambre que se vive en su país, el mismo que está sumido en una guerra desde hace cuatro años.
La familia de la pequeña confirmó al diario The New York Times (NYT) la muerte de su hija por desnutrición, el jueves 1. “Mi corazón está roto”, dijo su madre Mariam Ali, quien confesó que ahora su mayor temor es la vida de sus otros hijos.
La pequeña fue víctima de la peor crisis humanitaria del mundo y su caso no es el único. Según las estimaciones de diversas asociaciones internacionales, existen más de 50 mil víctimas de una guerra.
El gobierno yemení, apoyado por la coalición árabe, y los rebeldes huzíes, practicantes del islam chiita, apoyados por Irán llevan más de tres años en conflicto causando muertes y desolación.