El fuego, que se inició el último sábado en el centro del país, se mantiene activo en los distritos de Leiria y Coimbra, y avanza incontenible hacia el municipio de Góis, donde cientos de vecinos ya han sido evacuados.
La ciudad portuguesa de Góis, situada a 40 kilómetros al norte de Pedrógão Grande, donde se inició el fuego, es ahora "la zona más peligrosa" dentro del área afectada por el incendio, dijeron fuentes de Protección Civil, que se sienten impotentes ante el avance de las llamas.
Unos 712 efectivos terrestres se encuentran en el lugar, entre ellos un grupo de bomberos españoles enviados a la zona para ayudar en las tareas de extinción, pero los fuertes vientos de las últimas horas expanden el fuego rápidamente.
Según el último balance oficial de víctimas, el fuego ha provocado 64 muertos y 153 heridos, aunque se teme que el número de fallecidos pueden ser más ya que mucho pobladores, en su mayoría ancianos, se niegan a dejar sus viviendas.