El gobierno del estado australiano de Nueva Gales del Sur anunció la autorización para realizar las primeras pruebas sobre el uso de marihuana en el tratamiento de varias enfermedades.
Las pruebas, financiadas por el gobierno estatal con 7,3 millones de dólares, se harán con pacientes que padecen epilepsia severa, incluidos menores, que se encuentran en estado terminal o para contrarrestar náuseas o vómitos a causa de la quimioterapia.
El jefe del gobierno estatal, Mike Baird, dijo que se prevé que centenares de pacientes participen en estos ensayos que servirán para examinar los posibles beneficios del cannabis en el tratamiento de estas enfermedades.