Al menos 18 personas murieron y otras 59 resultaron heridas tras la explosión de cuatro coches bomba en diferentes zonas de chií en la capital de Irak, según informaron fuentes policiales.
Las cuatro explosiones causaron grandes daños materiales en edificios cercanos, tiendas y en una serie de coches que se encontraban cerca del lugar. Los ataques terroristas y la violencia contra chiíes y efectivos de las fuerzas del orden han aumentado en Irak.
Cabe señalar, que estos atentados coinciden con una ofensiva de grupos insurgentes suníes.