La cadena de restaurantes de comida rápida KFC ha informado que la historia de la niña Victoria Wilcher, presuntamente expulsada de uno de sus locales por incomodar a los clientes con las cicatrices de su rostro, podría tratarse de una farsa.
Esta teoría se sustenta en las imágenes registradas en las cámaras de seguridad, que evidenciarían que la escena en que un trabajador se acerca a expulsar a la menor, nunca ocurrió.
Asimismo, se dio a conocer, que sólo existen dos locales del conocido restaurante en la localidad donde se dice que ocurrió el incidente, lo que reduce al mínimo el margen de error.
Hasta el momento se desconoce si KFC tiene planeado tomar medidas contra la familia de esta niña, en caso se confirmen las hipótesis de la investigación que aún sigue en curso.