Un especialista intentaba abrir la panza de una ballena muerta, cuyo cuerpo había permanecido por tres días en la playa de las Islas Feroe, cuando repentinamente el enorme animal explotó a pocos centímetros de su rostro.
La impactante escena fue registrada por otro de los biólogos que había llegado hasta la playa del Océano Atlántico para determinar las causas que provocaron la muerte del cetáceo.
El hombre, quien no ha sido identificado, intentaba abrir el cuerpo del animal para extraerle el esqueleto, pero terminó salvándose de graves lesiones, ya que la fuerza con que salieron las entrañas del animal por poco lo alcanzan.