Una nueva acción del Sumo Pontífice ha conmocionado al mundo. En su saludo habitual a los peregrinos que acuden a la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco acogió en su regazo a un paciente con neurofibromatosis, extraña enfermedad que produce tumores en la piel y deformidades en los huesos.
Jorge Bergoglio abrazó durante varios minutos al sujeto para luego tomarlo del rostro y darle la bendición. Este acto fue considerado por los asistentes como una demostración del profundo amor que el Obispo de Roma profesa a todos los fieles católicos y sobre todo a los enfermos.
Hace tan solo una semana la máxima autoridad del catolicismo también conmovió al mundo al permitir que un niño de cuatro años se acerque a él mientras brindaba una conferencia y que, incluso "le robó" su silla durante la celebración de la Fiesta de la Familia en la Plaza de San Pedro.