El rapero y productor Sean Combs, conocido mundialmente como Diddy, fue sentenciado este 3 de octubre a cuatro años de cárcel y al pago de 500.000 dólares de multa, tras ser hallado culpable de dos delitos de transporte con fines de prostitución. La decisión fue tomada por el juez Arun Subramanian en un tribunal de Nueva York, quien señaló que los crímenes cometidos son “graves” y generaron un “daño irreparable” a las víctimas.
Aunque enfrentaba cinco cargos en total —incluidos tráfico sexual y la dirección de una organización criminal— el jurado únicamente emitió condena sobre los dos primeros, los menos severos. Sin embargo, el juez sostuvo que tuvo en consideración la magnitud de los demás señalamientos al momento de imponer la sentencia. La fiscalía había solicitado hasta 11 años de prisión, mientras que la defensa pedía una pena menor de 27 meses.
El testimonio de Cassie Ventura, clave en el juicio
Durante el proceso, que se extendió por siete semanas, uno de los testimonios más impactantes fue el de Cassandra Ventura, exnovia de Combs y principal testigo en su contra. Ventura narró episodios de violencia física, psicológica y sexual sufridos durante su relación con el artista, lo que resultó determinante para el veredicto final. Según el magistrado, este no fue un caso de consumo ocasional de prostitución, sino un patrón de explotación.
Previo a la sentencia, Combs, de 55 años, expresó remordimiento y pidió perdón a sus víctimas, a su familia y a la comunidad. Afirmó que “asume toda la responsabilidad” y aseguró haber cambiado durante su permanencia en prisión, donde ya lleva un año recluido. No obstante, el juez rechazó la solicitud de clemencia presentada por su defensa y reafirmó que se trata de delitos con un alto nivel de violencia. Aún restan decenas de demandas pendientes en su contra, por lo que este fallo podría ser solo el inicio de un proceso judicial más amplio.