¿Cuál es el límite para un fanático? Definitivamente operarse no lo es para una joven estadounidense amante de las historias fantásticas, que no dudó en someterse a una dolorosa intervención estética nada menos que para tener orejas de duende.
Mara Kristine de 22 años y de Minneapolis, Minnesota, Estados Unidos, se encontraba tan fascinada con estas criaturas que constantemente usaba prótesis, hasta que un día tomó la radical determinación de modificar su propio cuerpo para siempre.
El pasado mes de marzo se sometió a la cirugía por un costo de 1100 dólares. Sin embargo, el sacrificio fue mayor del que esperaba, pues hubo que rehacer la operación tres veces luego de que su oído derecho se abrió debido a que aplicó mucha presión en las suturas mientras lo limpiaba.
La chica, que es ama de casa y modelo, confiesa al Daily Mail que siempre ha amado a los duendes y otros personajes de fantasía. “Encontré a un youtuber hablando sobre la cirugía para las orejas en punta después de buscar ‘Cómo ser un duende’”, narra.
“Al principio, nunca pensé que me haría una, pero aquí estamos. Me he acostumbrado a la idea de la cirugía cosmética, ha crecido en mí”. Sin contar esta operación, Mara lleva mucho tiempo con la modificación corporal. Calcula haber gastado más de 2000 dólares en piercings y 1700 en tatuajes.
Tras investigar sobre el procedimiento, llevado a cabo comúnmente por artistas de modificación corporal más que por doctores reales, lo pensó seis años hasta que finalmente decidió hacerlo. Sin embargo, no imaginaba cómo sería.
“Estas totalmente despierto cuando lo hacen (…) Mis oídos fueron cosidos con suturas normales, no disolventes. Un poco después el dolor empezó y fue lo peor que he sentido alguna vez. Imagina una migraña concentrada solamente en la punta de tu oído”, dice Mara.
Aunque al principio creyó que había algo mal en la forma, conforme las suturas se aflojaron fue observando el cambio. Sin embargo, tuvo que ser intervenida nuevamente cuando sus suturas se abrieron hasta dos veces cuando hacía la limpieza. “Ahora están perfectas”, asegura.
Mara se acercó más a los duendes gracias al juego World of Warcraft y compró su primer par de orejas prostéticas en 2010. Las usaba desde que llegaba a casa de la escuela hasta que se iba a dormir. Este año, por fin pudo tener las suyas propias.
Según dice, la gente ha tenido por lo general una reacción positiva hacia su nueva apariencia. “Es un 50/50. ‘Son geniales, ¿te dolió?’, y varias formas de llamarme loca”, cuenta. “Los duendes han sido retratados en casi cualquier papel o clase, así que la versatilidad en la fantasía es súper atractiva”. “De cualquier forma, ¿quién quiere ser humano?”.