Sin duda una de las películas clásicas que ya viste o verás en estos días de Navidad es ‘Mi Pobre Angelito’ (Home Alone). La historia de cómo el pequeño Kevin (Macaulay Culkin) debe enfrentarse a dos malvados y torpes ladrones tras ser olvidado en casa por su familia se ha vuelto obligada desde su estreno en 1990. Hoy, YouTube nos regala todo un viral navideño.
Seguramente muchos de nosotros hemos gozado con cierta culpa viendo a los dos pobres rateros sucumbir ante las ingeniosas, disparatadas y hasta algo sádicas trampas caseras fabricadas por el niño en esta película, pero ¿te has puesto a pensar en si de verdad podrían hacerse?
Y lo que es más ¿si se hicieran, qué tan efectivas podrían ser? Pues ya no hay que seguir preguntando, pues el canal de YouTube VSauce3 decidió comprobar este hecho, y los resultados fueron bastante asombrosos (y aterradores).
El youtuber Jake Roper puso a prueba concretamente dos de las trampas más llamativas que se ven en la película y además una escena que, sin ser una trampa, también vale la pena comprobar. Para empezar, recreó la ‘puerta ardiente’, que resultó bastante difícil de hacer.
En la película se ve cómo el niño quema la mano de uno de los ladrones al calentar la perilla de la puerta y ponerla al rojo vivo en el extremo opuesto. En la vida real, sin embargo, no es tan posible transmitir tanto calor en tan corto tiempo (y sin que la madera de la puerta se incendie).
La segunda fue el ‘bote de pintura volador’ que impacta contra la cabeza de uno de los delincuentes tras ser atado a una cuerda y lanzado desde lo alto de las escaleras. como se ve en YouTube, esta trampa resultó verídica y además, brutalmente mortal teniendo en cuenta las leyes de la física.
Por último la escena donde uno de los ladrones golpea repetidamente en el pecho al otro con una barra de metal para intentar matar una tarántula ¿Quién hubiera pensado que algo tan sencillo podría ser tan letal? ¡De esta forma las costillas se clavarían en los pulmones y el corazón!
¿Qué tal? Sin duda, después de esto nunca volverás a ver esta película con los mismos ojos… y menos si eres un ladrón intentando robar una casa deshabitada en Nochebuena.