La historia ha demostrado a lo largo de los años que el hombre es un ser muy creativo y que siempre encuentra la forma de resolver sus problemas y carencias. Y es que el ‘hazlo tú mismo’ no es una filosofía moderna sino que data de muchísimos años. Prueba de esto es un libro de 1844 llamado ‘The United States Practical Receipt Book’, el cual trata sobre el arte casero de fabricar, entre otras cosas, condones.
Si también eres de los que piensa que fabricar un preservativo es algo casi imposible y que eso requiere de una inteligencia superlativa, estás equivocado, porque la receta del autor del texto sólo incluye intestino ciego de oveja y un trozo de listón.
El primer paso para la fabricación del preservativo es remojar el intestino ciego de oveja en agua, darle la vuelta y repetir la operación siempre con unos niveles bajos de sosa. Hay que recordar cambiar el agua cada cuatro o cinco horas por cada seis vueltas seguidas.
Este proceso se debe repetir en promedio seis veces. Luego se limpia la mucosa resultante con jabón, enjuagarlo con agua, secarlo y dejarlo reposar. “Una vez que esté tan seco que sea fácilmente manejable, se debe cortar al tamaño adecuado y colocar un listón en la parte abierta”, es lo que se puede leer en el curioso libro.
No parece ser un procedimiento muy agradable pero quizás pueda resultar interesante en algunas circunstancias. En cuanto a la efectividad de este insólito profiláctico, el autor del texto menciona que sí puede evitar las enfermedades infecciosas y los embarazos no deseados. ¿Te animarías a fabricar un condón con este método?