Durante los meses de agosto y setiembre, se llevó a cabo la recolección de huevos de las taricayas adultas, también conocidas como tortugas de agua dulce, en su hábitat natural. Estos huevos fueron cuidadosamente enterrados en cuatro playas artificiales estratégicamente ubicadas para garantizar su desarrollo. Finalmente, 3200 de estas nacieron y fueron liberadas en la laguna Tipischa.
En un esfuerzo continuo por preservar la especie, el Festival de la Taricaya en Iquitos celebra su quinta edición, siendo un evento crucial para la conservación de estas tortugas de agua dulce. La creación de playas artificiales ha sido fundamental en este proceso.
“En tenerlas en playas seminaturales lo que se hace es garantizar la eclosión de mínimo el 70% de las tortugas, acá se les cuida de los depredadores, tanto humanos como animales. En playas naturales los huecos están a libre albedrío de los comercializadores de los huevos porque es un plato que gusta al amazónico. Al tenerlas en playas seminaturales están protegidas por las mallas bajo custodia de personas. Eso impide que sean comercializados”, indicó una representante de esta iniciativa.
TARICAYAS LIBERADAS
Este año, como parte de la última fase del festival, aproximadamente 3200 taricayas fueron liberadas en San José de Lupuna. La empresa AJE, a través de su producto Bio Amayu, asume una destacada responsabilidad social al contribuir al bienestar de las comunidades amazónicas y la protección del medio ambiente.
La bióloga Zabrina Pipa señala que este año lograron alcanzar un 80% de eclosión, superando el porcentaje alcanzado en años anteriores.
La especialista informa que en una de las playas se sembraron 104 nidos con un promedio total de 3475 huevos, de los cuales han eclosionado 3200 taricayas.
