Elaborar brebajes para sanar sus males y también para usarla en rituales mágicos andinos, era una costumbre milenaria usada por los antiguos pobladores de Chavín, en la región Áncash, muchas de estas tradiciones aún se mantienen.
En los rituales, que atraen a decenas de turistas nacionales y extranjeros, se utilizan coloridas y aromáticas flores, plantas sagradas, entre ellas el cactus o San Pedro, que contiene mescalina, muy usada por los curanderos de todo el país.
Ofrenda a la tierra
Como todos los años, en el templo de Chavín, los llamados Awilus, Taytas y Jampy Camayoc, que mantienen viva la costumbre del uso de las plantas sagradas y medicinales, realizaron una ofrenda a la tierra y al gran espíritu.
En la reciprocidad andina, este pago es una forma de agradecer a los espíritus asociados con las fuerzas naturales, las bondades o beneficios que les otorgan a las plantas. La ofrenda fue enterrada entre los ríos Mosna y Huachecsa.