Los miembros del movimiento evangélico "El Aposento Alto", mantienen el respaldo a su líder, Alberto Santana, de 57 años, pese a la denuncia y pruebas mostradas de una presunta relación extramatrimonial con una joven de la iglesia.
Todos cierran filas alrededor al fundador de la congregación religiosa, pero son las mujeres, más que los hombres, las que declaran a los periodistas y rechazan tajantemente las acusaciones, señalan que todo es parte de una campaña de difamación.
Parece que las serias acusaciones no hacen daño a este polémico personaje, que tiene un ejército de fieles seguidores que lo defienden y señalan que todas las acusaciones, si son ciertas, son solo una caída en el sendero a la villa del señor.