El crack del Barcelona, Lionel Messi, sigue con su proceso de recuperación a su lesión a la rodilla por lo que aprovechó el tiempo libre que ahora tiene para pensar en los problemas sociales que rodean al fútbol argentino.
En una comercial que realizó para su propia fundación el astro derramó lágrimas por los hechos de violencia que suelen ser cotidianos antes y después de los partidos, protagonizadas por las distintas barras de los equipos más populares de su país.
La campaña que se realiza en acuerdo con la municipalidad de Rosario, ciudad natal de delantero, lleva por nombre “Nadie Gana” y su finalidad es reducir la tasa de muertes, heridos, y conflictos que se originan a partir de las grescas entre fanáticos de distintos clubes.