Luego que un grupo de fiscales brasileños sorprendieran esta semana con dos acciones judiciales en las exigían a los organismos gubernamentales a no realizar millonarios gastos para el Mundial, la FIFA salió a defenderse con el argumento de que las autoridades del país sudamericano se comprometieron a realizar estos financiamientos.
Los jueces solicitan al gobierno central, estados y municipios que no sigan realizando gastos por construcción de estadios, ni en servicios de trasmisión de partidos, de tal manera que Brasil se ahorre cerca de 550 millones de dólares.
Sin embargo, el máximo ente rector del fútbol mundial responsabilizó de estos gastos a los organizadores de la Copa del Mundo, ya que aducen tener contratos firmados al respecto en el 2007 y ratificados en el 2009.
Los fiscales cuestionan que la FIFA obligue a Brasil a gastar por los conceptos antes detallados, si este organismo es el único que comercializa los precios millonarios por los derechos para trasmitir los partidos.
Desde Zurich han defendido la inversión pública puesto que aseguran que los gastos mejorarán infraestructuras que servirán para toda la vida a Brasil. "Ningún estadio del mundo puede recibir un evento del porte del Mundial sin adaptaciones", agregó la FIFA.