Cada 28 de julio, como parte del inicio de las celebraciones oficiales por Fiestas Patrias, se realiza la tradicional Misa y Te Deum. Esta ceremonia, de fuerte carga simbólica, se mantiene como un acto de gratitud y alabanza por la libertad del Perú, enmarcando el vínculo histórico entre la Iglesia católica y el Estado desde los primeros días de la República.
El término "Te Deum" proviene del latín y significa “A Ti, Dios”. Este antiguo himno cristiano ha sido utilizado durante siglos en diversos contextos solemnes para agradecer por victorias, acontecimientos importantes o momentos trascendentales. En el caso peruano, su realización recuerda el fin del dominio español y el nacimiento de una nación libre e independiente.
Origen y continuidad republicana
La primera Misa y Te Deum en el Perú se llevó a cabo en 1821, como una solicitud expresa del general José de San Martín, poco después de proclamar la independencia en Lima. Desde entonces, esta liturgia se ha convertido en una constante dentro del protocolo oficial, siendo hoy uno de los actos centrales por el aniversario patrio, que este año llega a su edición número 204.
A la celebración asisten el presidente de la República, ministros, congresistas, autoridades eclesiásticas y representantes de las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional del Perú, el Poder Judicial y el cuerpo diplomático. Este evento, celebrado en la Catedral de Lima, marca el inicio de una jornada cargada de símbolos que reafirman el espíritu nacional.