Sin duda la cultura peruana es única en el mundo. Esta semana, los principales medios internacionales dieron cuenta del descubrimiento en Chiclayo de nada menos que una sala de reuniones protocolares de hace unos 1700 años y perteneciente a la cultura moche.
El espacio estaba destinado a la realización de banquetes y contaba con dos tronos a diferente altura que se presume era para quien recibía las ofrendas y para quien las entregaba como obsequio o tributo. Según Walter Alva “estas escenas habían sido representadas en la iconografía” mochica.
No obstante, el arqueólogo resaltó, citado por la agencia Reuters, que “nunca se había podido "encontrar físicamente dónde tuvieron lugar” los hechos. El hallazgo tuvo lugar en la zona desértica de Huaca Limón de Úcupe, en el valle de Zaña.
La sala de banquetes cuenta con más de 100 concavidades para vasijas y platos. Además de esta, el asentamiento consta de cinco estructuras piramidales truncas y plataformas menores. La gran civilización moche aún guarda muchos misterios para la ciencia.
Desarrollada entre los siglos II y VII d.C. hasta el día de hoy no está claro qué causó su declive. Entre las hipótesis se habla de un gran fenómeno climático como El Niño, cuyos efectos se ven incluso en la actualidad en nuestro país.
Guerreros implacables y artistas en la orfebrería y la cerámica, son famosos sus llamados huacos retratos y huacos eróticos. En esta sociedad además las mujeres alcanzaron altos cargos políticos y religiosos. Solo en 2017 encontró una réplica de la cara de la Dama de Cao.
Esta gobernante moche con cuerpo tatuado, fue enterrada con armas y objetos de oro.