Este sábado se recuerda el fatídico terremoto de 7,8 grados en la escala de Ritcher, que sacudió la tarde del 31 de mayo de 1970 todo Áncash y causó la desaparición del poblado de Yungay con 20 mil pobladores.
El sismo duró 45 segundos. Producto del movimiento, un gigantesco bloque de nieve y hielo se desprendió del pico oriental del nevado Huascarán produciéndose un violento alud que sepultó la pequeña población, así como pueblos vecinos del distrito de Ranrahirca.
Las cifras después del trágico hecho se calcularon en 80.000 muertos y 20.000 desaparecidos. Los heridos hospitalizados se contabilizaron en 143.331 y los afectados en más de tres millones. Solo se salvaron aquellos que buscaron resguardo en el cementerio de la ciudad y los niños que asistieron al circo "Verolina", así como unas 300 personas que asistieron al estadio.
Aquí le presentamos el informe especial realizado al respecto hace dos años en nuestro noticiero "El Dominical" con el relato de sus sobrevivientes.
