La muerte de una joven desconocida tras haber sido brutalmente violada en un autobús en Nueva Delhi, capital de la India, ha hecho que muchas personas vuelvan a preguntarse: ¿por qué este país trata a sus mujeres tan mal?
Fetos femeninos son abortados y pequeñas niñas asesinadas apenas nacidas, lo que ha llevado a un asombroso desequilibrio numérico entre géneros. Muchas de las que sobreviven enfrentan discriminación, prejuicios, violencia y negligencia a lo largo de sus vidas, sean solteras o casadas.
TrustLaw, un servicio de noticias propiedad de Thomson Reuters, ha calificado a India como el peor país del mundo para ser mujer, a pesar de que el líder del partido de Gobierno, el jefe de la cámara baja del parlamento, al menos tres importantes ministros y una gran número de íconos del deporte y los negocios son mujeres.
Con más de 24.000 casos registrados en 2011, las violaciones se incrementaron en 9,2% con relación al año anterior. Más de la mitad de las víctimas (54,7%) tenían entre 18 y 30 años. Nuevas investigaciones realizadas por los economistas Siwan Anderson y Debraj Ray calculan que en esta nación más de dos millones de mujeres mueren cada año: cerca de un 12% al nacer, 25% en la infancia, 18% en edades reproductivas y 45% ya adultas.
Los analistas afirman que son necesarios cambios profundos en las actitudes de la sociedad. Hay un sentido patriarcal profundamente arraigado y una misoginia extendida en amplias zonas del país, especialmente en el norte. Y allí el Estado ha fallado en proteger a las mujeres.
Los enardecidos ciudadanos se preguntan, cómo los partidos políticos en los últimos cinco años han presentado candidatos a elecciones estatales que, en 27 casos, han reconocido haber sido acusados de violación, delito por el que también se acusa a seis legisladores estatales.
Las renovadas protestas en Nueva Delhi tras este crimen traen cierta esperanza de que se fuerce al Gobierno a adoptar leyes más severas y de que la gente empiece a pensar seriamente sobre el abandono de las mujeres.