Comúnmente se considera que el Alzheimer es parte de la vejez; sin embargo, esto no es cierto. “No es normal que una persona, por ser mayor de 60 o 65 años se olvide de las cosas”, indica la doctora Mariella Guerra, directora del Instituto de la Memoria.
El alzeheimer es una enfermedad que tiene tres etapas. La primera de ellas suele pasar desapercibida por los familiares del enfermo y se caracteriza por el cambio en la personalidad de las personas afectadas. “Se vuelven depresivas, ansiosas, inseguras, irritables”, señaló la especialista.
Luego, el paciente empieza a mostrar signos más evidentes como la falta de memoria , confusión o no saber dónde está. Por ejemplo, el paciente olvida sus pertenencias, pierde la noción del lugar donde se encuentra.
Finalmente se produce la etapa más dolorosa. El paciente olvida la forma en cómo caminar y cómo comer y dependen totalmente del cuidado de sus familiares.
La doctora indicó que si bien, la enfermedad está relacionada con las personas mayores, esta también puede producirse en edad tempranas “El caso más temprano es desde los 30 años. Eso no es lo frecuente, pero tenemos pacientes de 38, 53, 35 años”, aseveró.
En este tipo de casos, el alzheimer que afecta a los jóvenes tiene las siguientes características resaltantes: “tristeza, depresión, ansiedad y problemas de lenguaje. Estas son las primera manifestaciones”.
La profesional advirtió que comúnmente los doctores no saben diagnosticar esta enfermedad durante la edad temprana, motivo por el cual suele haber una demora de tres hasta cinco años para diagnosticar. “Toda persona que tenga un antecedente familiar de alzheimer, también llamado ‘demencia senil’, y tiene entre 35 y 40 años, debe hacerse un primer despistaje para ver cómo están sus funciones intelectuales”, indicó.