Tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski por un escandalo de corrupción, uno de los hombre de confianza de Vizcarra le contó lo ocurrido en tiempo real y fue ahí donde el exembajador de Canadá empezó a organizar su retorno al país.
La estrecha relación entre el PPK y Vizcarra había quedado en el pasado, las sombras de una supuesta traición por no hacer pública la posibilidad de renuncia a la vicepresidencia ante la eminente vacancia cortaron toda comunicación entre presidente y vicepresidente.
Sin embargo, sus más cercanos colaboradores el exmandatario nunca pensó renunciar al cargo, ya que señalaba que era su deber.