El contralor Edgar Alarcón se presentó ante la Comisión Permanente del Congreso de la República y señaló que había sido blanco de ataques masivos en los medios de comunicación con calificativos inmerecidos e incluso fue tildado de ser un individuo que comete actos delincuenciales.
De esta forma, en su afán de defensa acusó al Gobierno de Pedro Pablo Kuczynski de utilizarlo como una herramienta para generar cortinas de humo; sin embargo, su posición no convenció a los miembros de la Comisión Permanente, quienes decidieron separarlo de su cargo.
El único parlamentario que no votó a favor de la remoción fue Bienvenido Ramírez quien defendió al contralor de la República y no dudó en lanzar calificativos a los integrantes del Gabinete Ministerial. Finalmente, la Comisión Permanente optó por colocar en vacancia el cargo de Edgar Alarcón, por lo que deberá volver a ocupar el puesto de gerente general de la institución en la Contraloría General de la República.
