Durante el allanamiento de la casa de La Molina del ex presidente Alejandro Toledo, se encontró una ‘Mascaypacha’, aparentemente de oro.
Ese objeto incaico hallado por equipo del fiscal Hamilton Castro trajo a la memoria las denuncias sobre pérdida de patrimonio arqueológico que se hicieron durante el gobierno de Toledo. En junio del 2006 el reconocido arqueólogo Federico Kauffmann denunció que la entonces primera dama Eliane Karp retiró, sin consultar previamente, huacos, telares y doce momias de 800 años de antigüedad.
Posteriormente se supo que la pareja Toledo-Karp había cedido las momias para la exhibición “Los secretos de Chachapoyas”, en Viena (Austria). Las piezas arqueológicas usadas en la muestra fueron sacadas de la comunidad de Leymebamba, de forma sospechosa, gracias a una resolución suprema.
Durante la gestión de Toledo no solo se movilizaron sospechosamente 93 piezas de la cultura Chachapoyas. También se publicaron reclamos relacionados a la salida de piezas arqueológicas, entre ellas el señor de Sipán y el señor de Sicán. Todo para ser usados en exposiciones itinerantes impulsadas por la señora Karp. También la Contraloría General de la República descubrió que se perdieron treinta y seis fardos funerarios de un valor incalculable. Nunca se llegó a saber si esa extraña desaparición ocurrió durante el gobierno de Alejandro Toledo.