Un video reciente muestra a decenas de personas realizando extracción informal de oro en el río Chinchipe, en la provincia cajamarquina de San Ignacio, cerca de la frontera con Ecuador. Una de las zonas más afectadas es el caserío Leoncio Prado, donde la minería artesanal ha generado un impacto negativo en ríos y lagunas, contaminando estas fuentes de agua.
CALDO DE CULTIVO PARA OTROS CRÍMENES
Fernando Cillóniz, exgobernador de Ica, señaló que la minería informal no solo contamina el medio ambiente, sino que está vinculada a otros delitos como la explotación de mujeres y niños. El exfuncionario también mencionó que el valor del oro, con precios de hasta 10 000 dólares por 100 gramos, ha incentivado el incremento de esta actividad delictiva en diversas regiones.
"Lo que muchos pseudo ambientalistas querían era que se vaya la empresa minera formal y responsable para dar cabida a personas que viven del caos", sostuvo.
A pesar de la existencia del Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo), el proceso para legalizar la minería es considerado por muchos como demasiado complicado. En esa línea, Cillóniz denunció que algunos malos funcionarios del Estado utilizan estos obstáculos para extorsionar a pequeños mineros que buscan formalizarse.
Por su parte, la reciente decisión del Poder Judicial de declarar fundada la demanda para frenar el proyecto minero Conga, tras 12 años de disputas por su presunta amenaza al medio ambiente y a la reserva de agua, ha vuelto a poner en debate la minería en la región.
Finalmente, Cillóniz enfatizó la necesidad de que el Gobierno promueva la minería formal en el país para generar empleo, inversión y bienestar para todos los peruanos.
