El caso del polémico alcalde provincial de Trujillo, Arturo Fernández Bazán, ha dado un giro inesperado. Tras ser cesado de su cargo el 9 de enero por difamación, el Jurado Nacional de Elecciones ha declarado improcedente su vacancia. Esto significa que Fernández Bazán volverá a ocupar el sillón municipal el 10 de junio, una vez cumplido su período de suspensión.
La noticia ha generado diversas reacciones en la Ciudad de la Eterna Primavera. Algunos ciudadanos han salido a manifestarse en contra de esta medida, mientras que otros la apoyan.
Opiniones aparte, el vacado burgomaestre retornará a su cargo en dos meses, encontrando un Trujillo devastado por el sicariato, las extorsiones y la delincuencia.
