Pese a que acordaron una tregua hasta enero, las manifestaciones y bloqueos aún continúan en algunas provincias. En Puno, los pueblos aymaras de Ilave, Juli, Pomata, Yunguyo y Zepita reiniciaron su huelga indefinida, exigiendo la salida de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso y una convocatoria del referéndum.
Según el acuerdo al que llegaron los manifestantes, es que recibirán el Año Nuevo bloqueando la carretera.
Debido a esta situación, las personas deben caminar varios kilómetros en busca de un vehículo que los lleve a su destino, ya que uno de los tramos bloqueados es el puente internacional de Ilave, que une Perú con Bolivia.
Lo mismo ocurre en la ciudad de Juli, Desaguadero y Zepita, donde los comuneros establecieron horarios para garantizar que nadie desbloquee las carreteras.
En Trujillo, decenas de personas salieron a marchar por las principales arterias de la ciudad, hasta llegar a la Plaza Mayor. De manera pacífica los manifestantes exigieron la renuncia de Boluarte y el cierre de Congreso. Esta marcha que inició en horas de la tarde, termino caída la noche con la quema de los ataúdes simbólicos que llevaron durante su desplazamiento.
Por otro lado en Tacna, por temor a quedarse desabastecidos, debido al anuncio del reinicio de las protestas el próximo 4 de enero, decenas de familias formaron una larga cola en los exteriores de la planta distribuidora de gas.
DESABASTECIMIENTO DE GAS
Diariamente llegan más de 500 personas que esperan más de cinco horas, para recargar los tres o cuatro balones de 10 kilos que lleva cada uno.
Cabe resaltar que en las dos únicas plantas de gas, el balón cuesta 45 soles a diferencia de los pequeños distribuidores que ofertan este producto al precio de 65 soles.