En Puno este año la Festividad Virgen de la Candelaria fue suspendida debido a la actual tercera ola por la pandemia de la COVID-19, por segundo año consecutivo.
Como parte de los protocolos para evitar contagios, y la propagación de la variante Ómicron, no habrá parada, competencias y tampoco las tradicionales recepciones dejando en el recuerdo y la añoranza la fiesta que solían celebrar miles de personas en esta parte del país.
Otra consecuencia es la gran cantidad de perdidas económicas, ya que la tradicional fiesta era una gran fuente de ingresos para decenas de negocios y microempresarios, que encontraban en esta fiesta un ingreso importante para sus familias con el turismo.
Aunque para los puneños, el 2020, cuando el COVID-19 era una noticia lejana en el Perú, se llevó a cabo la última fiesta en normalidad en la región de Puno, pare ser hace mucho que la normalidad se perdió y hoy con fe rezan a su santa patrona para que esta pesadilla, por el SARS CoV-2, termine pronto.